Pasen juicio sobre esta epístola (apócrifa) de Bernabé y verifiquen si es contraria a la escritura = Biblia; ya que está muy interesante
Capítulo XI - XII
EPÍSTOLA DE BERNABE
Los símbolos del bautismo y la cruz
XI 1. Mas inquiramos si tuvo el Señor interés en manifestarnos anticipadamente algo acerca del agua y de la cruz. Ahora bien, acerca del agua se dice contra Israel cómo no habían de aceptar el bautismo, que trae la remisión de los pecados, sino que se construirían otros lavatorios para sí mismos. 2. Dice, en efecto, el profeta: Pásmate, oh cielo, y ericese aún más sobre esto la tierra: Dos males ha hecho mi pueblo: A mi me abandonaron, fuente de vida, y para sí se cavaron pozo de muerte. 3. ¿Acaso es una roca desierta mi monte santo de Sinaí? Porque seréis como los polluelos de un ave, que se echan a volar cuando se les quita el nido.
4. Y otra vez dice el profeta: Yo mandaré delante dc ti, y allanaré las montañas, y haré pedazos las puertas de bronce y añicos los cerrojos de hierro, y te daré tesoros sombríos, escondidos, invisibles, para que sepas que yo soy el Señor. Y: Habitará en la cueva elevada de la peña fuerte. 5. Y: El agua suya, fiel; veréis al rey con gloria y vuestra alma meditará el temor del Señor. 6. Y de nuevo dice en otro profeta: El que esto hiciere, será como árbol plantado a par de la corriente de las aguas, que dará su fruto a debido tiempo, y su hoja no caerá, y todo cuanto hiciere prosperará. 7. No así los impíos, no así, sino como el tamo, que esparce el viento de sobre la haz de la tierra. Por lo cual, no se levantarán los impíos en el juicio, ni los pecadores en el consejo de los justos; porque el Señor conoce el camino de los justos y perecerá el camino de los impíos.
8. Daos cuenta cómo definió en uno el agua y la cruz. Pues lo que dice es esto: Bienaventurados quienes, habiendo puesto su confianza en la cruz, bajaron al agua; porque su recompensa dice que será en el tiempo debido. Entonces—dice—daré la paga. Lo que luego añade sobre que las hojas no caerán significa que toda palabra que saliere de vuestra boca en fe y caridad, será para conversión y esperanza de muchos.
9. Además, otro profeta dice: Y era la tierra de Israel celebrada sobre toda otra tierra. Lo que quiere decir: El Señor glorifica el vaso de su Espíritu. 10. ¿Qué dice seguidamente? Y el río fluía por la derecha y brotaban de él hermosos árboles; y quien comiere de ellos vivirá para siempre. 11. Esto quiere decir que nosotros bajamos al agua rebosando pecados y suciedad, y subimos llevando fruto en nuestro corazón, es decir, con el temor y la esperanza de Jesús en nuestro espíritu. Y el que comiere de ellos, vivirá para siempre, quiere decir: quien escuchare, cuando se le hablan estas cosas, y las creyere, vivirá eternamente.
Los símbolos o figuras de la cruz
XII 1. De nuevo igualmente define acerca de la cruz en otro profeta, que dice: ¿Y cuándo se cumplirán estas cosas? Dice el Señor: Cuando el madero se incline y se levante y cuando del madero destilare sangre. Ahí tienes otra vez cómo se habla de la cruz y del que había de ser crucificado.
2. Otra vez habla también en Moisés, en ocasión en que Israel era combatido por los extranjeros; y para recordarles que eran derrotados porque a causa de sus pecados habían sido entregados a la muerte, el Espíritu inspira en el corazón de Moisés que fabricara una figura de la cruz y del que había de sufrir en ella; pues si no confiaren—dice—en Él, serán derrotados para siempre. Coloca, pues, Moisés arma sobre arma en medio del campamento y, poniéndose más alto que todos los demás, extendía sus brazos. Y de esta manera vencía de nuevo Israel. Luego, cuando los bajaba, otra vez eran pasados a cuchillo. 3. ¿Para qué fin? Para que conocieran que no podían salvarse, si no confiaban en Él. 4. Y otra vez dice en otro profeta: Todo el día extendí mis manos a un pueblo incrédulo y que contradice mi camino justo.
5. Y otra vez, en ocasión que Israel también caía, fabrica Moisés una figura de Jesús, figura de cómo Él tenía que padecer, y Él, otrosí, vivificar, cuando ellos creían que había perecido en el signo. En efecto, el Señor hizo que les mordieran toda clase de serpientes, y morían de sus mordeduras; serpientes, justamente, pues la transgresión en Eva se debió a la serpiente, para convencerlos de que por su transgresión serían entregados a tribulación de muerte. 6. En resolución, Moisés, que había establecido por mandamiento: No tendréis imagen esculpida ni fundida para Dios vuestro, la fabrica él mismo para mostrar una figura de Jesús. Así, pues, manda hacer Moisés una serpiente de bronce y la levanta gloriosamente y, a voz de pregón, convoca al pueblo.
7. Reunidos que estuvieron, suplicaban a Moisés que ofreciera oraciones por la curación de ellos. Y Moisés les respondió: Cuando alguno de vosotros—dice-—fuere mordido, venga a la serpiente colocada sobre el madero y confíe con viva fe que ella, aun siendo muerta, puede darle la vida y al punto quedará sano." Ahí tienes otra vez, en estos nuevos símbolos, la gloria de Jesús, pues todo está en Él y todo es para Él.
Josué, David e Isaías, testigos de Jesús
8. ¿Qué dice, además, Moisés a Josué (o Jesús), hijo de Navé, profeta que era, después de ponerle este nombre, con el solo fin de que el pueblo oyera que el Padre lo pone todo patente acerca de su Hijo Jesús? 9. Dicele, pues, Moisés a Josué, hijo de Navé, después de ponerle este nombre, cuando lo mandó como explorador de la tierra: Toma un libro en tus manos y escribe lo que dice el Señor, a saber: que el Hijo de Dios arrancará de raíz, en los últimos días, a toda la casa de Arnalec.
10. He aquí otra vez a Jesús, no como hijo del hombre, sino como hijo de Dios, si bien manifestado por figura en la carne. Como quiera, pues, que habían de decir que Cristo es hijo de David, el mismo David, temiéndose y comprendiendo el extravío de los pecadores, profetiza y dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies. 11. Y a su vez, Isaías dice de esta manera: Dijo el Señor a mi Ungido Señor, a quien yo tomé de la diestra, para que delante de Él obedezcan las naciones, y romperé la fuerza de los reyes. Mira cómo David le llama Señor y no le llama hijo.
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